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Las donaciones póstumas son una forma de legado solidario que permite a una persona destinar parte de su patrimonio a causas benéficas tras su fallecimiento. Más allá del impacto positivo que generan en la sociedad, estas donaciones también pueden aportar ventajas fiscales tanto para el donante en vida como para sus herederos. En este artículo, exploraremos los principales beneficios fiscales de las donaciones póstumas y cómo pueden integrarse dentro de una planificación sucesoria efectiva.

1. Reducción del Impuesto de Sucesiones

Uno de los principales beneficios fiscales de las donaciones póstumas es la reducción del Impuesto de Sucesiones. Al destinar una parte del patrimonio a entidades sin ánimo de lucro reconocidas, se disminuye la base imponible sobre la que se aplican los impuestos a los herederos. Dependiendo de la comunidad autónoma, la legislación puede contemplar exenciones o bonificaciones significativas que permiten optimizar la carga fiscal.

2. Deducciones en el IRPF y en el Impuesto sobre Sociedades

Si el testador realiza la donación en vida, puede beneficiarse de deducciones en su declaración de la renta (IRPF). Actualmente, en España, las donaciones a ONGs y fundaciones reconocidas permiten deducir hasta un 80% de los primeros 150 euros donados y un 35% del resto, con límites establecidos por la normativa vigente. Para empresas o sociedades, las deducciones en el Impuesto sobre Sociedades pueden alcanzar el 40% de la cantidad donada.

3. Exención en el Impuesto sobre el Patrimonio

En comunidades autónomas donde el Impuesto sobre el Patrimonio sigue vigente, las donaciones a entidades de carácter benéfico pueden quedar exentas, reduciendo así el valor del patrimonio gravable del testador y optimizando la gestión fiscal del legado.

4. Mayor control sobre el destino del patrimonio

Desde una perspectiva fiscal y patrimonial, realizar donaciones póstumas permite al donante establecer cómo y dónde se utilizará su legado. Esto puede ser especialmente útil en casos donde se desea favorecer a causas concretas, asegurando que el patrimonio tenga un impacto positivo a largo plazo.

5. Evitar conflictos entre herederos

Las donaciones póstumas también pueden contribuir a una distribución más equitativa del patrimonio, minimizando posibles disputas entre los herederos y facilitando la gestión de la herencia. Además, se pueden establecer cláusulas específicas para garantizar que la voluntad del testador se cumpla fielmente.

Cómo realizar una donación póstuma correctamente

Para aprovechar al máximo los beneficios fiscales de las donaciones póstumas, es fundamental contar con asesoramiento profesional. Algunos pasos clave incluyen:

  • Incluir la donación en el testamento: Especificar claramente a qué entidad se destinará el legado y en qué condiciones.
  • Elegir una entidad con reconocimiento fiscal: Asegurarse de que la organización esté registrada y cumpla con los requisitos legales para poder aplicar deducciones fiscales.
  • Consultar a un notario o abogado especializado: Para garantizar que la donación se realice conforme a la normativa vigente.

Si estás considerando planificar tu legado, es recomendable contar con el apoyo de una funeraria en Zaragoza que pueda orientarte en todos los trámites necesarios y asegurar que tus deseos sean respetados.

Conclusión

Las donaciones póstumas no solo permiten dejar una huella positiva en la sociedad, sino que también ofrecen importantes beneficios fiscales que pueden optimizar la herencia y reducir la carga tributaria de los herederos. Planificar adecuadamente este tipo de legados es clave para maximizar sus ventajas y asegurar que se cumpla la voluntad del donante.